Fobias específicas

Este tipo de fobias consisten en un miedo excesivo e irracional hacia una situación, objeto o animal. Cuando la persona piensa en aquello a lo que tiene fobia o debe enfrentarse, siente ansiedad y puede sufrir un ataque de pánico.

Generalmente, las personas que tienen una fobia específica, aunque reconocen que su miedo es excesivo e irracional, no buscan tratamiento, ya que simplemente evitan la situación o el objeto que les produce terror. El sujeto puede reestructurar toda su vida para no enfrentarse a su fobia, y cuando esta situación u objeto es difícil de evitar, es cuando suelen pedir ayuda.

No se conoce cuál es la causa que origina este trastorno, aunque parece que es hereditario. Son más frecuentes en las mujeres y pueden aparecer a cualquier edad; en algunos niños desaparecen al crecer, pero en otros no, y se desconoce por qué persisten en algunas personas. En los adultos, comienzan repentinamente y tienden a ser más persistentes que en la infancia; solo el 20 % de estas fobias desaparecen sin terapia.

Existen varios tipos de fobias: a animales, ambientales (a la oscuridad, tormentas, etc.), a la sangre o heridas, situacionales (aviones, ascensores, lugares cerrados), y de otros tipos (en los niños a exámenes, personas disfrazadas). Los síntomas más frecuentes son aquellos originados por la ansiedad, como sudoración, entumecimiento, taquicardia, etc.

La terapia para este tipo de fobias consiste básicamente en técnicas de modificación de conducta, y no se aconseja el uso de psicofármacos, salvo en algunos casos al inicio del tratamiento o si hay problemas depresivos.